Especial Judias blancas

Descubre platos de judías blancas

Potaje de judías blancas

Hay a menudo una sensación de somnolencia y de desgana que acompaña a un día gris de invierno.
Levanto la cabeza de la almohada por la mañana miro por la ventana como llueve y vuelvo a colocar la cabeza en su sitio. No hay ganas de levantarse.

Si miro por la ventana, encuentro un paisaje gris, turbio, como si no hubiera color en él.
Cualquier rayo difuso de sol es colapsado por un montón de nubes.

Potaje de judías blancas

Me envuelvo en mi sudadera, me pongo una manta por encima y me dedico a empezar el día gris y apático que ha tocado vivir hoy.

Pero todo cambia al preparar un espeso y abundante potaje de judías blancas que tiene el poder de transformar la melancolía y calentar hasta la mismísima alma.

Y cuando se combina con un crujiente pan rústico y se sumerge en él, no hay palabras.

Sencillo, contundente y delicioso, un pequeño empujón para seguir adelante con el día; un apequeña chispa que te quita al menos parte de la penumbra, y anima a uno a encontrar la belleza en las pequeñas cosas.

Ingredientes para 6 raciones:

  • 340 gramos de tocino ahumado, cortado en trozos pequeños
  • 425 gramos de judías blancas en remojo
  • 1 cucharada de aceite de oliva
  • 1 cucharada de mantequilla
  • 1 cebolla, cortada en dados pequeños
  • 2 zanahorias, picada en dados pequeños
  • 2 tallos de apio, en dados pequeños
  • 4 dientes de ajo, machacados
  • 1 hoja de laurel
  • Sal yodada a tu gusto
  • 4 tazas de caldo de pollo, caliente
  • 2 cucharadas de perejil picado

La noche previa tenemos que cubrir las judías blancas con agua fría y debemos dejarlas así hasta el día siguiente. Luego las escurrimos y reservamos.

Preparación del potaje de judías blancas:

  1. Ponemos una olla grande a fuego medio-alto; una vez que la olla esté caliente, agregamos un pequeño chorrito de aceite de oliva y el tocino picado.
  2. Freímos el tocino complemente hasta que se ponga de un color marrón claro. Luego, lo retiramos con una espumadera a unas hojas de papel de cocina para escurrir la grasa.
  3. A esa grasa que ha soltado el tocino le agregamos la mantequilla y lo ponemos a fuego medio hasta que se funda. Añadimos las cebollas, las zanahorias y el apio cortados en cubitos, y dejamos que se ablanden durante unos 5 minutos.
  4. A continuación, añadimos el ajo y lo dejamos durante unos minutos. Agregamos aproximadamente 2/3 del tocino crujiente reservado, así como la hoja de laurel, la sal y las judías blancas escurridas. Removemos todo.
  5. Vertemos el caldo de pollo caliente, revolvemos, y dejamos que se cocine el guiso a fuego lento durante unos 70 minutos, parcialmente cubierto con una tapa.
  6. Termina el plato añadiendo perejil picado y el tocino crujiente restante, y retirando la hoja de laurel.